Los tiempos han cambiado y las reuniones que antes solían efectuarse en la oficina rodeados de compañeros, ahora se llevan a cabo a través de la pantalla.
Hace prácticamente un año la vida era de otra manera y la vida laboral, también. Un trabajador al uso acostumbraba a ir a su oficina de forma presencial, donde tenía su despacho o escritorio y cuando tocaba, acudir a una reunión de personal, normalmente en una sala de las oficinas habituada para ello. Entre medias, cafés, charlas con los compañeros, saludos al jefe, etc. Ha llovido desde entonces, concretamente doce meses. Un tiempo en el que este modus operandi ha dado un giro de 180º. Según apareció la pandemia del coronavirus, y ante su rápida vía de contagio, se tuvieron que tomar medidas extraordinarias en todo el mundo. De la noche a la mañana las empresas y trabajadores tuvieron que adaptarse, hacer acopio de equipos y habituar todo para trabajar desde casa.
En prácticamente tiempo récord, nos vimos obligados a adaptarnos a una ‘nueva normalidad’ y empezar a familiarizarnos con otra forma de trabajar, a través de la pantalla, con las ventajas y exigencias que ello conlleva. De repente nos hemos tenido que amoldar y pasar de las tradicionales reuniones físicas a realizar éstas a través de videoconferencias. Como en todos los comienzos, cometer errores es algo normal y, debido a la falta de experiencia, hemos sacado a relucir más de uno.
¿Te suena estar atareado con el portátil y conectarte de repente, corriendo, a una reunión que se te había olvidado? ¿Y conectarte y estar casi en pijama, o sin peinar? ¿Te ha fallado la conexión a última hora? ¿Has entrado a la videoconferencia y tu imagen salía deformada o el sonido tenía demasiado ruido? Son muchos los errores que podemos cometer a la hora de proceder a una videollamada. Unos por falta de práctica, otros por desconocimiento, pero todos tienen fácil solución.
Si bien parece algo sencillo, no podemos olvidar que, pese al cambio de formato, debemos seguir manteniendo un protocolo en cuanto a temas laborales se refiere. El hecho de estar trabajando desde casa no nos exime de pasar por alto unas pautas mínimas a la hora de participar en una videoconferencia de la empresa.