¿Estás en… las nubes?

¿Estás en… las nubes?

¿Estás en… las nubes?

¿Quién no tiene hoy fotografías, vídeos, u otro tipo de documento en la nube? Muchos sabréis de qué hablamos, pero otros, aún teniendo contenido en la nube, es probable que no estáis tan seguros.

Cristina Cueto

11/05/2021

En_las_nubes

El almacenamiento en la nube, o en el cloud, como se conoce comúnmente, es un modelo de almacenamiento de datos en internet. Hablamos pues de un sistema online en el que, se organizan datos almacenados en algún lugar al que puede acceder cualquier persona que tenga los permisos, a través de internet, y sin la necesidad de estar conectado a una red interna o acceder desde un disco duro propio. No obstante, cabe reseñar que sí existe un lugar físico en el que se alojan los datos, los llamados servidores, proveedores cloud que ofrecen servicios de almacenamiento en la nube.

Todo empezó hace ya unos cuantos años…

Pese a que nos puede parecer algo ‘muy actual’, con las mismas características que la computación en la nube, en lo que respecta a agilidad, escalabilidad, elasticidad y multiposesión, el almacenamiento en la nube comenzó a fraguarse allá por la década de los 60 de la mano de los informáticos estadounidenses Joseph Carl Robnett Licklider y John McCarthy, quienes fueron dos de los principales previsores de lo que se convertiría en la nube.

Tras años de desarrollo, en los 80’ comenzó la aplicación de la nube como tal, cuando se empezó a aplicar tareas en una red de ordenadores en lugar de en un único ordenador. Así, se empezó a utilizar el término, primero haciendo alusión a las redes telefónicas y después a la infraestructura computacional. Fue en 1997 cuando se empleó por primera vez la palabra ‘nube’ en el entorno académico, de la mano del profesor Ramnath Chellappa, quien la definió como un nuevo paradigma de computación. En 1999 se produce un importante logro cuando Salesforce demostró las ventajas del uso de portales web para la entrega de sus productos e introduce el término ‘software como servicio’.

Poco a poco las empresas empezaron a repensar la forma en la que usaban internet y en la utilidad de la red, cambiando así la forma en la que ofrecían sus servicios. Junto a la demanda continua de importantes volúmenes de datos, empezó a asentarse la computación en la nube, que llega hasta nuestros días.

cloud

Tipos de nubes

Dentro de lo que denominamos almacenamiento en la nube, encontramos tres tipos diferentes como son, la nube privada, la pública y la híbrida.

  • Nube privada; se crea dentro de la infraestructura interna de cada empresa, que cuenta con sus propios servidores, no obstante, los datos y los archivos almacenados en estos pueden ser accedidos vía internet, sin necesidad de tener una conexión física directa con los servidores, gracias a la virtualización de espacios de almacenamiento en los servidores, que crea un entorno cloud propio.

  • Nube pública; ofrecida por un proveedor que coloca a disposición de sus clientes una infraestructura informática, permitiéndoles utilizar esos recursos para almacenamiento cloud a través de internet.

  • Nube Híbrida; como su nombre indica, se trata de una combinación entre las dos anteriores. Permite a las empresas utilizar el almacenamiento de nube pública para la información menos sensible y la cloud privada para temas más confidenciales.

¿Tiene límite el almacenamiento en la nube?

Lo cierto es que podríamos afirmar que la nube es ilimitada, no obstante todo tiene sus límites, y en este caso es mayormente monetario. La capacidad que se ofrece, suele variar en función de los proveedores. Es común disponer de varios modelos de servicio, empezando por el free hasta el premium. En la versión gratuita los proveedores ofrecen una capacidad de almacenamiento que alcanza los 15 o 20GB. Luego, ya bajo pago, en los modelos premium, la capacidad aumenta hasta cantidades incalculables, únicamente condicionada por la parte económica.